El tintero de mis emociones
Sonia Bel Faci. Escritora y actriz.
¿Piensas que esos “terribles problemas” sólo los tienes tú?
¿Acaso te sientes “la rara” entre tus amistades?
¿Te han dicho alguna vez “no estás bien mamá”?
Si en algún momento te sientes identificada con alguna de estas preguntas…
No te preocupes, ¡eres normal! Las raras son ellas y tu pareja y tus hijos y…
Quiero ofrecerte historias sobre cosas reales que nos pueden pasar a tí o a mí, sobre experiencias que fantaseamos en nuestras mentes y que no nos atrevemos a vivir o incluso historias en las que somos fuertes, guerreras, empoderadas.
¿Te apetece vivirlas conmigo?
Además tengo pequeños frascos con esencias breves pero intensas.
¿Cuánto tiempo hace que no lees algo interesante? ¿Tanto?
Te propongo un trato: conozco a una contadora de historias a la que le gusta enviar cosas curiosas y divertidas.
A cambio… Te pido que te dejes llevar para que fluya la magia.
¿Hay trato?
Responsable: Sonia Bel Faci
Finalidad: Enviarte mis relatos por email de forma puntual.
Legitimación: Tu consentimiento expreso.
Destinatarios: Los datos son guardados en Mailrelay, acogido al EU-U.S. Privacy Shield Framework. Para leer su Política de Privacidad, pulsa aquí.
Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar, limitar y eliminar tus datos cuando quieras, enviando un correo a hola@soniabelfaci.com.
Sobre mí
Escritora entre bambalinas
En un reto creativo, me propusieron que me describiera como si de un personaje se tratara y creo que es la descripción más real que os puedo contar sobre mí.
Si alguna vez te cruzas con unos brazos hablando es ella, capaz de llevar una conversación con su menudo cuerpo. Fiera pantera defendiendo a los suyos, tierna cordera cuando lame sus heridas.
El único filtro que conoce es el del café.
Capaz de adaptarse al papel que le toca vivir en cada momento, es la expresividad de su mirada lo que le delata.
Muy dada a las conversaciones consigo misma, la escritura le da un orden a su desorden mental.
El día que se reencontró con su niña interior, supo que era capaz de comerse el mundo, porque en el teatro de la vida ha conseguido, por fin, el papel de Actriz Principal.
Sitios que han visitado mis escritos…
¿Por qué?
Cuando los primeros rayos de luz se colaron por su ventana, todavía no había conseguido conciliar el sueño. Por su cabeza seguían desfilando las imágenes del día anterior; nada volvería a ser como antes. Antes de tropezar con él, antes de ver sus ojos, antes de escuchar sus palabras, antes…Había pasado tanto tiempo…
Su día había comenzado como tantos otros. Poco podía imaginar cuando dobló aquella esquina, que ese no sería como los demás, que nada volvería a ser igual.
Allí estaba él, con su traje impecable, frente a la puerta de su despacho. Tan guapo como siempre, con esa sonrisa que la enamoró desde el primer día, con esa mirada que la derretía cada vez que sus miradas se cruzaban y con un precioso ramo de sus flores preferidas.
Una oleada de angustia recorrió su cuerpo. ¿Por qué? ¿Qué le había hecho volver después de tanto tiempo? ¿Qué quería de ella ahora? Preguntas que martilleaban en su cabeza y le impedían avanzar hasta él. Sus piernas temblaban, las palabras se negaban a salir de sus labios, sus recuerdos se acumulaban en su mente.
Recuerdos de días en los que la felicidad llenaba su vida y de días infernales en los que los golpes, las lágrimas y el dolor eran su única compañía. Ella le amaba incluso en los momentos más duros, cuando los insultos la anulaban, cuando esas manos que tanto la habían acariciado golpeaban su cuerpo, cuando hecho un mar de lágrimas él la abrazaba de nuevo suplicando su perdón, asegurándole que no quería hacerle daño, que sería la última vez.
Y allí estaba de nuevo, tras cumplir la orden de alejamiento, ¿dispuesto a qué? ¿Tal vez a recibir un perdón que ella ya no estaba dispuesta a darle?
Con paso firme y sus ideas claras se acercó, le miró fijamente a los ojos… y le perdonó. Porque era su marido, porque aun con todo lo que había pasado le quería y porque había prometido amarle y respetarle hasta el fin de sus días. En el fondo siempre supo que ese fin no tardaría en llegar.
Como la vida misma
Aquella mañana fue de locura.
Preparábamos los cuchillos cuando una llamada inoportuna nos confirmó que el muerto estaba vivo.
Más tarde, tras realizar un cambio de sexo de un francés, una compañera me confesó que nadie se enteraba más que ella, porque siempre veía cosas que no debería ver.
Decidimos no menear mucho al muerto y marchar a sangrar a unos holandeses, aprovechando que había dejado de llover y salía el sol.
Anoche
Anoche volví a buscarte entre mis sábanas
Fría, náufraga, necesitada de un cálido abrazo.
Anoche mi cuerpo volvió a recordar caricias,
Pero yo seguía perdida
Anoche, como tantas noches, volví a gritar tu nombre en silencio
A anhelar un último beso
A implorar un salto en el tiempo hasta esa última vez que me reflejé en tus ojos
Anoche…
He aprendido de…
Hay personas que cuando conoces, sabes que van a marcar un antes y un después en tu vida. Esas personas que tienen el don de crear, de inventar y de decir sí a lo que le propones.
Cuando conocí a Sonia, mi objetivo principal era ayudarle a ella a encontrarse más allá de lo que ella ya se había encontrado (que no era poco). Nunca pensé, que la travesía vivida con ella fuera un reto para mí. Un reto y una aventura.
Sonia tiene el don de transmitir ganas de más y eso, hace mucha falta. Ganas de aprender más, ganas de romper los límites, ganas de avanzar y ganas de crecer a todos los niveles.
Como no podía ser de otra manera, así es, así ha sido y así seguirá siendo. Y yo, sintiéndome tremendamente afortunada de haber coincido con ella en este camino y poderme empapar al menos algo, de toda esa esencia. Esa luz.
Tienes el don de crear, de creer y de crecer constantemente. Gracias🙏💕
Responsable: Sonia Bel Faci
Finalidad: Enviarte mis relatos por email de forma puntual.
Legitimación: Tu consentimiento expreso.
Destinatarios: Los datos son guardados en Mailrelay, acogido al EU-U.S. Privacy Shield Framework. Para leer su Política de Privacidad, pulsa aquí.
Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar, limitar y eliminar tus datos cuando quieras, enviando un correo a hola@soniabelfaci.com.