Tengo en mi memoria el proceso de escritura de Daniela al Natural. Recuerdo las tardes frente a mis libretas, las tarjetas con las historias de los personajes, los hilos invisibles que unían sus vidas. Si cierro los ojos, puedo contemplar en el suelo de la habitación los folios con las entradas al diario y cómo los organizaba para que la historia tuviera unas tramas ordenadas.
Paralelas a este proceso, mis sesiones con Sara. Mi mentora, mi Pepito Grillo, cuando mi mente viajaba a demasiada velocidad, una de las personas que más sufrió conmigo este proceso.
Aquí te dejo una muestra de nuestras conversaciones. Es un regalo que me ha hecho y por el que estoy muy agradecida:
Si tienes algún proyecto de escritura o tan solo pasión por las letras, aquí te dejo su contacto Sara Suberviola.