Con la evolución del ser humano aparecieron ellas. Mujeres sabias que, reunidas en círculos sagrados,
tejen.

Han tejido lana en el neolítico, delicada seda en la antigua China, incluso finas telas de lino en el Egipto
de los faraones.

Han vivido en las altas montañas del continente asiático, en las tierras rojas de América, en la espesura de
las selvas europeas, en las áridas llanuras africanas y en las frías zonas del norte.

Gracias a ello han mantenido viva el alma del pueblo, el espíritu del río, la voz de la montaña.

Mujeres tejedoras de sabiduría ancestral, mujeres medicina que han sabido transmitir la energía femenina,
la sabiduría de la Madre a través de fábulas, canciones o pensamientos.

Y en torno a ella, mujeres deseosas de aprender y difundir.

Esta es la historia de una mujer que teje historias con ovillos de palabras.

Una mujer que lleva varias vidas tejiendo; puntada a puntada, palabra a palabra, transmitiendo sabiduría.

Su principal forma de expresarse es la palabra, y gracias a ella crea cuentos para niños y relatos para
adultos, juega con las palabras, con las rimas, con los sentidos.

Su mente guarda recuerdos de vidas pasadas, en las que fue una gran chamana que curtía pieles para su
tribu mientras sus cánticos hablaban de la Madre Tierra, del Espíritu del Agua o de la Diosa de la Luna; en
otra vida llegó a ser la anciana más longeva de la aldea, y cada noche reunidas en torno al fuego, el resto
de mujeres escuchaba sus historias.

Tiene remembranza de melodías que jamás ha escuchado, llegan a su mente rezos en extrañas lenguas y
percibe aromas que se le antojan sagrados.

Esta es una historia de historias, todas y cada una de las que «La Tejedora» ha ido tejiendo a lo largo de
todas sus vidas.

Gracias a ellas conocemos las aplicaciones medicinales de muchas hierbas y plantas, el gratificante oficio
de parteras y sanadoras o el placer de buscar la armonía con la Naturaleza.

Busca en tu círculo a esa mujer tejedora y escúchale. Transmite lo aprendido, para que la sabiduría no se
pierda en el transcurso del tiempo y quizá puedas convertirte tú también en una tejedora de historias.


Ilustración de Joana Boix Zorrila, puedes ver su Instagram pulsando aquí.